jueves, 29 de noviembre de 2007

Postales de Stalingrado



El día de fin de año de 1942 se relajó un tanto la disciplina en el Ejercito Rojo acantonado a lo largo de la rivera del rio Volga.

Varios jefes soviéticos celebraron fiestas en honor de los actores, músicos y bailarines que visitaban Stalingrado para entretener a las tropas. Uno de los ejecutantes, el violinistas Mijail Goldstein, prefirió ir a las trincheras del frente para obsequiar a los soldados con un recital.

Goldstein jamás había visto un campo de batalla como el de Stalingrado: era una ciudad destruida en su totalidad por las bombas; esparcidos entre los escombros había centenares de esqueletos de caballos que el enemigo hambriento habia dejado limpios. Profundamente emocionado, Goldstein toco como nunca, hora tras hora, para un publico que, a los ojos vistas, se deleitaba con aquella música.

Y aunque el gobierno soviético había prohibido la interpretación de obras de compositores alemanes, Goldstein dudaba que algún comisario protestara por ello la víspera del año nuevo.
La música que tocaba se infiltraba por los altavoces hasta las trincheras alemanas..., y de pronto ceso el fuego.

Cuando termino su actuación el violinista, hubo un profundo silencio en las filas rusas. Entonces, procedentes de un altavoz situado en las trincheras alemanas, unas palabras en ruso mal pronunciado rasgaron la quietud: “toquen mas de Bach. No dispararemos”.
Empuñando el violín, Goldstein procedió a tocar una animada gavota de Bach.




Un día el cabo Heinz Neist, de 31 años de edad, se encontró con un oficial que, sonriendo maliciosamente, le pregunto: “¿Quiere algo de comer?” Neist acepto agradecido, y se sentó frente a un plato lleno de papas, carne y salsa. Al verlo contemplar aquel festín con cierta desconfianza, el oficial le aseguro:”Coma. No es carne humana”.
Eso basto a Neist, quien no tardo en engullir todo. La carne sabia a ternera, pero solo al acabar pregunto de que era. El oficial le confeso que era el ultimo de sus perros Doberman –Pinsher.




Durante el cerco de Stalingrado los soldados alemanes carentes de suministros y alimentos recibieron encomiendas insólitas. Como la Luftwaffe no permitía a los oficiales de intendencia del ejercito revisar los cargamentos destinados a Stalingrado, los hambrientos soldados del Aeropuerto de Pitomnik solían abrir cajas de artículos totalmente inútiles.

Un día encontraron millares de fundas de celofán para granadas de mano.., sin granadas. Otra vez fueron cuatro toneladas de orégano y pimienta, cuando los soldados comían ratones.
El mas irónico de estos cargamentos fue uno de millones de preservativos.

martes, 13 de noviembre de 2007

La Rosa Blanca de Stalingrado.





Lilya Litvyak


Lilya nació en Moscú el 18 de agosto de 1921. Lilya era su apodo, su verdadero nombre era Lidiya, era descrita como una “impactantemente bella mujer” lo que logro ganarle un lugar de aprecio entre el publico y junto con su éxito como piloto sirvió al ministerio de propaganda de la Union Sovietica.

Comenzó su servicio en el Regimiento de Combate 586 donde volaba mas que nada en misiones defensivas desde enero hasta agosto de 1942. En agosto fue transferida a escuadrones de hombres debido a su éxito, el primero fue el 286, luego el 437 que había sido equipado con Lavochkins La-5.

Al final de enero de 1943 fue transferida al 296 junto con otras dos pilotos con habilidades, y el 17 de febrero fue condecorada con la orden del estandarte rojo dos días después fue ascendida a Teniente Júnior y luego a Teniente Señor.

Una vez destinada rapidamente destaco por su actitud temeraria al no dudar en entablar combates con las formaciones alemanas sea cual fuese el numero de enemigos. Sus combates eran seguidos de cerca por la prensa comunista como tambien lo hacian con diferentes combatientes nacionales a fin de esperanzar y animar a los jovenes a seguir sus pasos.

Pintó en cada lado de la cabina de su Yak-1 una lila blanca, de ahí su apodo.

Según su mecánica Inna Pasportnikova, a Lilya le gustaban tanto las flores que normalmente recogía flores salvajes para llevarlas en la cabina durante sus misiones y tenia una postal con rosas amarillas en el panel de instrumentos.

La lila blanca en el fuselaje se hizo rápidamente conocida entre los alemanes que siempre intentaban duelos con el Yak-1 y se alejaban rápidamente si Lilya se acercaba demasiado.

Fue herida dos veces en julio, primero el 16 y luego el 18, ambas veces aterrizo tras las líneas enemigas, la primera volvió caminando y la segunda fue rescatada por un piloto que aterrizo cerca de ella.

Su mayor hazaña tuvo lugar en los cielos de Karkov cuando se enfrento y derribo ella sola a cuatro BF-109, de los cuales dos de ellos explotaron en el aire y los otros dos fueron derribados salvando a sus pilotos el saltar en paracaidas cuando ya no ponian hacer nada por sus aviones, estos pilotos se llamaban Franz Muller con su BF-109G-4 y Karl Otto-Harloff a bordo de un BF-109G-2.

Murió en combate sobre Orel mientras escoltaba unos Sturmoviks que volvian de un ataque el 1 de agosto de 1943.

Por su notoriedad entre los alemanes 8 Messerschmitt Me-109 se concentraron solamente en el Yak de Lilya que finalmente fue derribado sin antes llevarse a dos de los Me-109 con ella.

Su cuerpo nunca fue encontrado pero un monumento en Krasy Luch fue erguido en su honor, con 12 estrellas de oro, una por cada avión que derribó.

Tenia 168 misiones y 22 años cuando murió.