En Octubre de 1944, durante la invasión de Europa, la guarnición alemana que ocupaba Dunquerque se hallaba atrapada; por un costado estaba el mar y las tropas aliadas del otro.
A los miembros de una Unidad Británica de Guerra Sicológica se les encomendó la misión de hablar a la guarnición para lograr que se rindiera.
Se coloco un camión equipado con poderosos altavoces, a la orilla de unos campos inundados, un poco afuera de la ciudad.
Durante un día entero les estuvieron hablando, amenizando la propaganda con música clásica alemana…. Pero sin éxito.
A las 7 de la noche, sin embargo, se vio aproximarse a dos civiles franceses.
Pensando que era presagio de una rendición en masa, los de la Unidad Británica de Guerra Sicológica abrieron ávidamente el sobre que llevaban.
La esquela decía: “Muy agradecidos por su Bach y su Beethoven, pero nos gustaría algo de Glen Miller, pues esta noche tenemos un baile en el Club de Oficiales”.
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